Todos tenemos una extraordinaria conexión con todo lo que nos rodea, en especial con los 4 elementos. Algunas personas tenemos desarrollada cierta sensibilidad para percibir los mensajes que el cosmos o la energía colectiva de nuestro entorno.
En Perú, nuestros ancestros, tenían esa conexión extremadamente desarrollada con el gran útero generador de vida, la madre tierra o Pachamama.
Bajo la cosmovisión andina, podemos entender, que realizar un pago a la tierra, envuelve algo mucho más intenso que una «demostración simbólica», la gente le entrega a la tierra sus penas, sus alegrías, sus dolores, sus enfermedades, así como sus pedidos de todo lo que desean, sus compromisos y sobre todo su Gratitud.
Normalmente, la ceremonia de pago a la Tierra es dirigida por un maestro o maestra Shamán, en el que orienta a las personas en esta pequeña travesía, creando un campo mórfico, en el que todos sedan cuenta que comparten carencias o pedidos semejantes.
Cada persona, puede realizar su propia ceremonia de Pago a la Tierra, usando los materiales que más resuenen con su esencia o conexión mágico-espiritual. Se sugiere, ofrendar a la tierra dulces, semillas, granos, flores y un buen vino el cual debe ser vertido sobre la ofrenda.
Cuando uno opta por realizar su propio ritual de pago a la tierra, debe de proteger el area en sus cuatro puntos cardinales, para evitar imprevisto o posible interferencia externa.
Se recomienda escoger un lugar tranquilo en donde se pueda realizar la ceremonia, evitar lugares de baja frecuencia o densidad.
Luna
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